sábado, 20 de diciembre de 2008

Sentidos


Fotos: Cristina Catarecha, Kiko, Dieter y otros



Cuando era niña, ayudar a colgar la colada en verano era todo sabor y olor y sonido - la sequedad de la madera áspera de las pinzas en mi boca, la suavidad de los tréboles aplastados bajo mis pies desnudos, las suaves brisas agitando toallas y advirtiendo de la llegada de tormentas vespertinas...

Linda Leinen, The Task at Hand

Resulta muy curioso el desarrollo que alcanzan los demás sentidos cuando uno de ellos se nos pierde. Y cómo perdemos esa conexión con los sentidos cuando nos hacemos adultos –observando a los críos, se puede comprobar el gran cambio que se produce en nuestra manera de percibir al ir haciéndonos mayores. También es muy significativo cómo perdemos el olfato cuando estamos deprimidos (anosmia se denomina). Y si al intentar oler una flor estamos pensando en algún acontecimiento pasado o preocupados por algo que pueda suceder, el olor de la flor desaparece. La flor sigue ahí, pero nosotros no somos capaces de sentirla, puede que ni de verla.

En cambio, cuando vivimos el momento con toda intensidad. Cuando logramos estar plenamente en lo que estamos, los sentidos adquieren una relevancia inaudita. Los colores, olores, sonidos, se intensifican hasta, en ocasiones, hacernos llorar. Pero, si en esos momentos verbalizamos lo que sentimos, la magia se desvanece. Salimos del instante.

La vista es, sin duda, el sentido que más utilizamos, sobreutilizamos diría yo, y con ello, los demás queden infrautilizados. Sin embargo, si me dieran a elegir uno de los sentidos, me quedaría con este. Sin leer mi vida quedaría desprovista de la mayor parte de sus nutrientes. Afortunadamente, hoy tenemos a nuestra disposición los podcasts que serían un sucedáneo bastante aceptable.

El sexto sentido es la intuición, que tanto nos falla -mucho más que los demás sentidos. Y éste tiene de malo que no podemos entrenarlo. De hecho, a mayor entrenamiento, menor intuición. Esperemos que, la mucha o poca que tenemos, nos acompañe hasta la tumba.

3 comentarios:

  1. Espero que sea como nos cuentas. Yo estoy medio sordo, bastante miope y de intución regular porque me estoy volviendo vago.... Todavía me quedan otros tres sentidos, los buscaré porque en algún lado los habré dejado. Es que de memoria tampoco voy muy bien.

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  2. Te quedan los más sensuales, seguro que esos te consuelan.jajaja.

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  3. Pues sin intuición, en el mus eres carne de cañon. Jajaja

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