sábado, 23 de abril de 2011

Era justamente eso

Foto: Home de Fox Photography VE


Sí, ése era el gesto.
Era justamente eso:
Tu manera de cerrar los párpados
("como a manivela"),
un segundo antes
de irme a decir algo.

Deja que susurre tu nombre, amor,
cuando lo recuerdo.

Nota: "como a manivela" procede de un verso de Alberto García-Teresa

eMi


LA REINA MAB de Amalia Bautista

Tú, que no me preguntas dónde vivo,
mereces la respuesta más que nadie:
no hace falta buscarme en lo profundo
del bosque, ni a la orilla de algún lago
donde flotan cadáveres hinchados,
ni en las húmedas grutas, ni en las cumbres
donde hay flores de azúcar o de hielo.
Estaré donde quieras contemplarme
por detrás de tus párpados cerrados.
Allá donde tus ojos me den alas.

2 comentarios:

  1. Unos dejan miguitas, pero casi nunca son suficientes, otros mas terrenales dejan piedrecitas, pero lo que a mi me gustan son tus flores.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Gracias, María, por las que te dejas tú por aquí.

    ResponderEliminar

Cuéntame, te escucho atentamente.